Aquí contamos sobre nosotros, la danza, aquello de bailar y no morir en el intento, el dulce amargo de crear, el vicio insaciable de viajar y todo aquello que significa andar en Malas Compañías.
No es fácil recuperarse de ser tocada por un genio. O un duende loco. O un bicho, como lo llaman con cariño su equipo de compadres. Yo no sé aún como pensar a Israel...